El pasado viernes 27 de septiembre, Elsa (integrante de la Asamblea de Parados de Fontarrón) se encadenó a la entrada de la Unión de Créditos Inmobiliarios (UCI), la entidad de crédito con la que tiene la hipoteca que han dejado de pagar ella y su marido Enrique (también integrante de la Asamblea de Parados de Fontarrón).
Elsa compró su vivienda por 190.000€, siendo esta de unos escasos 53m2. El coste mensual de esta hipoteca era de 958€, cifra inalcanzable debido al paro y a la precariedad en los que se han visto sumidos Enrique y Elsa.. Esta situación resulta similar para cientos de familias en el resto del Estado español. Hace cuatro meses, tuvieron que dejar de pagar. Ante esta situación, UCI ha iniciado una estrategia de acoso que culminó con la visita a los padres de Enrique, avalistas del piso de la familia. Debido a ello, recientemente se presentó una denuncia contra UCI por acoso. Igualmente, UCI ha amenazado a la familia (que se completa con dos hijos) con iniciar un proceso judicial que puede culminar en el desahucio. Frente a ello, la pareja, contando con el apoyo de la Asamblea de Parados de Fontarrón y de otros colectivos e individuos de Vallekas y de Madrid, decidió llevar a cabo una acción para reclamar la dación en pago y liberarse así de la deuda que amenaza por ahogarlos de por vida.
El viernes, Elsa se encadenó a la puerta de las oficinas de UCI en la C/ Retama, 3. Unas 70 personas la apoyaron con una concentración en la calle, enfrente del edificio. La acción comenzó a las 16:15 de la tarde. Poco después, llegó la Policía, con la que se acordó mantener la protesta hasta las 18:00, hora de cierre de las oficinas. El objetivo era que alguna persona bajase a negociar con la familia su dación en pago. Desgraciadamente, nadie se dignó a hacerlo, a pesar de que un alto directivo de la entidad de crédito pasó delante de Elsa para ver qué pasaba.
Esta acción es una más en la lucha contra el atraco que los bancos cometen contra las personas. Ese atraco protegido por el sistema y que atenta contra el derecho a la vivienda y contra el derecho a la dignidad de las personas. Porque toda persona tiene derecho a una casa en la que vivir dignamente, ¡no pararemos! Seguiremos luchando para que Elsa y Enrique, así como todas las familias afectadas consigan la dación en pago y un alquiler social accesible.
¡Ni un desahucio más!
¡Sí se puede!
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