Sabemos que la línea 1 de Metro necesita reparaciones. Tras años de mantenimiento deficiente
nos alegra que por fin se quieran acometer las obras de rehabilitación
que la línea necesita para garantizar la seguridad y la calidad del
servicio a los y las viajeras durante las próximas décadas.
No
obstante nos preocupa la manera en la que la Comunidad de Madrid quiere
llevar a cabo estas obras. Creemos que la intención de hacer el corte
de la práctica totalidad de la línea, entre las estaciones de Plaza
Castilla y Sierra de Guadalupe desde el 21 de mayo al 30 de septiembre
de 2016 y, aunque no se ha informado de ello, previsiblemente un cierre similar durante 2017 o 2018 no es la mejor manera de abordar esta obra.
La
línea 1 de metro es un eje vertebrador del transporte en esta ciudad y
creemos que un corte de estas características, aún contando con
refuerzos del resto de sistemas de transporte y el servicio
sustitutorio, va a generar una situación difícil de gestionar en la ciudad de Madrid con grandes perjuicios para la ciudadanía, especialmente en los distritos de Puente y Villa de Vallecas, que pueden llegar a quedar aislados del resto de la ciudad.
No sabemos, porque no han informado debidamente, cómo pretenden dar alternativa a los 230.000 viajes que cada día se realizan en la línea 1,
o si la capacidad del servicio sustitutorio y los refuerzos son
suficientes para llegar a las 16.000 personas que es capaz de desplazar
la línea 1 de Metro en hora punta. Además no están explicando la
situación de caos que se puede generar en superficie debido a la
necesidad de abrir los pozos de ventilación de las estaciones para la
extracción de escombros y que contribuirá sin duda a colapsar aún más la
avenida de la Albufera y la avenida Ciudad de Barcelona, quedando estas
totalmente bloqueadas por el aumento de coches que generará el corte y
los autobuses extra del servicio especial que tendrán que circular por
ella.
Nos
preocupa también la manera en la que Cristina Cifuentes y el resto del
gobierno de la Comunidad de Madrid ha manejado esta situación, de
espaldas a la ciudadanía, al Ayuntamiento de Madrid e incluso a la
propia empresa de Metro. No creemos que esta improvisación y este
oscurantismo sean la manera adecuada de tratar un tema tan importante
como el mantenimiento de las infraestructuras de transporte, máxime
cuando las consecuencias las van a pagar la ciudadanía madrileña no una,
sino dos veces durante los cortes previstos de la línea 1.
Creemos que abordar una obra de este calado habría requerido de una campaña de información previa mucho más amplia
y de unos procesos de consulta a la ciudadanía y a las instituciones
locales a fin de generar el consenso debido para afrontar conjuntamente
el reto que supone el cierre de un eje tan importante como la línea 1
disponer todos los recursos necesarios para paliar las consecuencias que
van a sufrir los y las viajeras y el impacto en la movilidad, no
únicamente en los distritos de Vallecas, sino en todo Madrid.
Creemos que el
gobierno de la Comunidad de Madrid, con Cristina Cifuentes a la cabeza
deben dar las explicaciones oportunas de por qué se quiere acometer la
obra de esta manera y en cualquier caso hacerse responsable de la previsible situación de caos circulatorio y de las enormes pérdidas de tiempo y dinero que le va a suponer a la ciudadanía madrileña el corte de la línea 1 de Metro en los términos en los que está planteado.
Ante esta situación queremos pedir al gobierno de la Comunidad que recapacite y acepte estudiar la realización de la obra por tramos,
tal y como se ha venido haciendo hasta ahora (el ejemplo más claro son
las obras de mejora de la línea 3), ya que entendemos que es la mejor
manera, abordando los tramos más deteriorados en primer lugar para
asegurar la seguridad del servicio de Metro y dejando para años
posteriores los tramos que actualmente son seguros.
De
cualquier manera sabemos que la obra, se haga como se haga, generará
incomodidad y molestias a los y las vecinas de Madrid, pero, en el
escenario de obra por tramos, al verse afectadas zonas más localizadas
es más sencillo paliar estas molestias y no afectar de manera grave a la
circulación de toda la ciudad, como si creemos que pasaría de
acometerse la obra tal y como está prevista.
Desearíamos
también que el gobierno de la Comunidad de Madrid actuase de manera
seria y responsable y rindiese las cuentas necesarias sobre cómo se ha
llegado a esta situación de deterioro de la línea 1.
